
Se trataba de recuperar el tiempo perdido, de rescatar el pasado y proyectarlo hacia el futuro de sacar a flote la cultura tradicional de Los Barrios el toro embolao, los carnavales ,el chacarrá etc....El primer carnaval fue pequeño pero entrañable, no era un concurso sino una especie de pasacalles que terminaba en el escenario montado en la Plaza de la Iglesia donde se encontraba el jurado presidido por Antonio Toscano. Me parece estar viéndole reír cuando aparecieron “los Moros del Cambio”, Pepe Casanova y Florentino, vestidos con atuendos magrebíes masculino y femenino, dieron el bombazo, estaban realmente simpáticos y consiguieron el primer premio. Marcos vestido de chino con sus propios bigotes de kun-fu, el hombre verde masa Emilio, y, entre otros pocos, yo mismo vestido de arlequín disfraz que me había dejado Antonio Benítez. A partir de ese año ochenta empezará la explosión del carnaval con agrupaciones propias y con letra y música de autores barreños que durarán hasta el año ochenta y cinco aproximadamente, cuando el carnaval se abrirá a las agrupaciones campo gibraltareñas y gaditanas con sus concursos por categorías. Pionera del carnaval fue la chirigota de la peña del toro “bebe con dodoti”que continuarían al año siguiente con “los maletillas del toro embolao”. Va a ser en este año 82 cuando aparezcan los que dinamizaron el carnaval con su primera chirigota “Romanos Romanorum”que continuarían todos los años con “los Dormilones”, ” Peñón fijo”, “Cabritos del hiper”, ”Menjigos”, ”mique los huevos” etc. Destacando sus creadores Alfonso Vera, Paquin Rios, Trudu, Juan Camacho, “Chirolo” Antonio”gordo”, Quico Sanchez, José A,”Chanani”, Manolo Sarmiento, J.J.Salazar, Domingo y Pepito Mariscal, entre otros, que se añadirían Miqui, Felipe ,Correro etc..El cuarteto de Paco” La Fernanda”que nos enseñarían a todos lo ” rica que estaban las gambas”. Mario, Juan Marchena, “Boliche”, ”Viso” y el propio Paco años después nos indicarían “donde has puesto el vertedero La Coracha ofú que lejos”. La chirigota de Bernardo y la de Palmones de Andréu y Parrado entre otros, que por poco no quedan finalistas en el Falla.Y algún intento infantil “Calamares a la romana”con unos pequeñazos Néstor de la Yeza, Jorge Romero y David

del Real entre otros. Recuerdo el domingo de resurrección del año 80 colgado de una reja de la plaza de la iglesia junto a Ramón Santos con el toro a nuestros pies diciéndome “Pepote lo que hay que hacer por meterse en política” La fiesta del toro embolao se recupera en una reunión con el Alcalde y varios concejales en el Bar CZ donde se constituiría la Peña del Toro que en los años siguientes sería la de mas socios del pueblo superando incluso a la sociedad de cazadores La Jineta que era la de mayor número de socios de toda la comarca. Pepe Casanova fue elegido presidente y entre otros integraron su primera junta directiva Florentino Camacho, Manolo Oliva, Salvador “Cartero”,Paco “Zambomba”Juanini “Mascota”, los hermanos Sarmiento etc.. Muy pronto llenaron con su indumentaria, camisa blanca, pantalón vaquero y pañoleta verde, las calles del pueblo recuperando de este modo años de olvido. Algunos como Domingo Mariscal y ecologistas de los Barrios se opusieron tachándola incluso de barbarie pero sin lugar a dudas era una tradición que se había mantenido cada año metiendo las vacas por la noche el día de Resurreción o tirando naranjas en la plaza de la iglesia a la policía local . De todas las anécdotas, que son muchas, recuerdo siendo yo el concejal encargado del evento y con Silva de Presiente de la Peña, sacar un toro de casi seiscientos kilos y que nada más salir del cajón levantó las vallas como si se tratara de hojas de papel y saliéndose del circuito se plantó en el parque de las palomas. La policía local con su vehículo intento cerrarle el paso y el resultado fue la factura del chapista además del consiguiente susto cuando el toro levantó el coche por alto. Hasta el cabo Piña agarró la pistola para proteger a los ciudadanos. Al final, y gracias al matador José “el Pavero”, el toro volvió al circuito aunque pocos se atrevieron con él. Recordar que en estos actos todos los años contábamos con un personaje realmente excepcional, el doctor Ramos Argüelles, cirujano de reconocido prestigio de Algeciras republicano hasta su muerte , trozos de corazón que se quedaron en el camino. Él se encargaba de reparar los descosidos que las astas de los morlacos producían en los corredores. Recordaré mi conversación con él hablando de la cojida de Paquirri diciéndome “ Pepote para salvar a Paquirri había que haberle metido las manos en la herida y anudar la femoral ”. José del Real Agosto 2004.
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