LA QUIEBRA

El Comité Coordinador
Comarcal del Campo de Gibraltar se formó en una asamblea
constituyente en San Martín del Tesorillo con los miembros que
habían sido elegidos en las asambleas locales socialistas de los
pueblos de la Comarca. En Los Barrios a Ramón Santos le presentamos
una lista alternativa, la habíamos preparado concienzudamente y dio
como resultado su derrota, y con ello la no representación de él y
sus seguidores, Alonso Rojas y Diego Melgar entre otros. En San
Martín del Tesorillo en un último intento, Ramón trató de hablar
pero no se le permitió por no ser compromisario. Esto nunca lo
perdonó. Días más tarde en Los Barrios en la elección del nuevo
comité local Ramón nos la devolvía y cuando pensábamos que con el
censo de militantes le volveríamos a ganar presentó en la
constitución de la mesa una lista de afiliados que no aparecían en
el censo local y sí tenían la entrada en el Partido por Madrid a
través de la Comisión Ejecutiva Federal. La Asamblea no se ponía
en marcha, no se constituía la mesa y en el fragor de los debates
Ramón abandonó el Partido con sus seguidores, quedándonos el
resto de los militantes con Juan Luis Cabilla, Secretario de
Organización de la Comisión Ejecutiva Provincial, que nos convenció
a ambos para continuar con la asamblea para la elección del
Secretario General de Los Barrios. Se presentaron dos listas, una
encabezada por Ramón Santos y la nuestra que la encabezaba Juan
Montedeoca. El resultado final fue que ganó Ramón por un solo voto
de diferencia lo que Luis Pizarro tildaría como una “victoria
pírrica”. Yo presenté una reclamación ante la Ejecutiva
Provincial respaldada el 50% de los militantes que finalmente no
prosperó. En definitiva la lucha interna estaba servida y comenzaba
la quiebra mayor que habíamos conocido.
En el Ayuntamiento
Miguel seguía forzando la máquina con su estilo propio y ganándose
cada vez más enemigos. El alcalde mantenía en el más absoluto
secreto la elaboración del Plan General de Ordenación Urbana que
dirigía el abogado Fernández del Villar, incluso para la propia
corporación. El argumento de Miguel era siempre el mismo: “ de
este modo evitamos la especulación”.Esto provocaba no pocos
recelos de los concejales que crispados no dudaban en arremeter
contra Miguel , que amenazaba siempre con dimitir cuando la
situación llegaba al límite. El Plan potenciaba los convenios
urbanísticos lo que posibilitaba el aumento del escaso suelo
municipal y las negociaciones con los promotores. Ramón, desde la
Secretaría Local del Partido, reprochaba que los concejales éramos
marionetas en manos de un alcalde dictatorial. Al final la oposición
se creó dentro del propio equipo de concejales socialistas y
especulábamos sobre el control que se ejercía desde la dirección
del Plan .El malestar se trasladó a la calle, donde se empezó a
especular sobre las relaciones entre la empresa Carmín y el propio
Alcalde .De hecho tuvimos que aguantar algún que otro carnaval con
letras insidiosas al respecto. Por aquel entonces Miguel accedía a
nivel provincial a la presidencia de la Caja de Ahorros de Jerez
dejando un vacío de poder en el Ayuntamiento de Los Barrios a pesar
de que no dejaba de visitar el consistorio a diario. Juan Benítez
fue el encargado de llenar este vacío haciendo el trabajo del día a
día pero sin tener la autoridad para tomar decisiones, por lo que
se crearon divergencias entre ambos, que se agravarían años más
tarde por la dedicación que le exigió a Miguel la fusión de las
cajas. Una vez le aconsejé a Miguel que dejara el Ayuntamiento y se
dedicara a la Caja de manera exclusiva, a lo que él me respondió :
“Pepote, yo no estoy en la política por dinero”.
En medio de esta
tormenta, la creación de la Mancomunidad de Municipios de la
Comarca del Campo de Gibraltar agravará aún más la situación ya
de por sí complicada. De hecho concejales de Los Barrios se oponen
frontalmente a ella. Juan Benítez y Juan Montedeoca entre otros eran
firmes opositores y amenazaban con votar en contra de la
constitución de la institución comarcal en el Pleno. Otros en
cambio pensaban que la Mancomunidad beneficiaría al Ayuntamiento de
La Línea en detrimento de los ayuntamientos “ricos “ como San
Roque y Los Barrios. Yo me encontraba entre los que pensaban que el
Plan de Comarcalización que había puesto en marcha la Junta de
Andalucía bajo la presidencia de Rafael Escuredo daba al Campo de
Gibraltar la oportunidad de ser la primera experiencia piloto en la
creación de una Mancomunidad. De esta manera acercaríamos los
servicios que se prestaban desde Diputación al Campo de Gibraltar
con su propio ente de gestión.
Todavía recuerdo al
Secretario de Organización Comarcal, Pepín Galiardo, con su bastón
en el Pleno del Ayuntamiento de Los Barrios haciendo de “notario”
enviado por el Partido que no se fiaba de que sus concejales votaran
a favor de la creación de la Mancomunidad como se les había
mandatado. Para algunos un auténtico comisario político.
JOSÉ ANTONIO DEL REAL
Noviembre de 2004
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